miércoles, 9 de septiembre de 2009

Los que nunca tiran nada


La vida torturada de los que jamás pueden tirar nada, aunque acumnular te arruine la vida.

Todos juntamos porquerías en casa : bolsitas de nylon , paquetes de diarios y revistas para leer alguna vez, cosas heredadas que no tiramos para no traicionar a la bisabuela , vasosos y cubiertos de plástico descartables que lavamos una y otra vez con tal de no polucionar el medio ambiente.
Conservar pilas medio usadas que pueden servir para una radio aunque ya no sirvan para la camara fotografica es lógico. Conservar bollitos de piolines pàra cuando justo precisamos medio metro de piolín puede ser hasta lógico . Pero la cosa se vuelve patológica cuando uno ya es incapaz de tirar NADA.
Los psicólogos llaman a esto acaparamiento compulsivo, y ya esta catalogado como una patología mental .
Janie Allocca y Lorraine Brennan fueron entrevistadas en el 2007 por ABC News. Brennan vive en una casa de dos pisos con su padre, su hijo y su novio y viene jusntando basura desde hace 20 años . La casa esta llena de basura que no se puede usar . Trataron de vender sus tesoros en un garage sale , pero sin exito. Sui compulsion afecto a toda la familia : su hijo no invita a migos a casa porque le da verguenza que no haya mesa ni sillas donde sentarse . Alloca confiesa que hace años que es coleccionista de las cosas mas variadas . El Dr David Tolin, director del Anxiety Disorders Center del Institute of Living en Hartford, Conn., dedicó su carrera a estudiar los mecanismos cerebrales de estas ardillas humanas. Al elegir guardar cosas, un escaneo cerebral pèrmitió verificar que el hipocampo se apega a las cosass tratando de recordar para que le puede servir al que las conserva .
Y sienten que tirar algo es un precos relacionado con el dolor y el castigo.

Los que juntan cosas tampoco se resisten a comprar de todo. Tienen la casa llena y adquieren mas cosas . No hay remedios ni curas para este mal, que afecta al 5% de la poblacion : unas 15 millones de personas solo en Estados Unidos ( La historia :
http://abcnews.go.com/Health/Story?id=2790669&page=3
Esta pataologia le dio tema hasta al escritor octogenario E.L. Doctorow quie acaba de lanzar la novela Homer and Langley , do0nde cuenta la terrible historia delos hermanos Collyer de Nueva York. Ello habitaban una mansion en el 2078 de la Quinta Avenida , uno era abogado y el otro ingeniero, y habian recibido una interesante herencia paterna . En el barrio de los ricos, Homer quedo ciego, y no piso mas la calle. Su hermano, por acompañarlo, tampoco salio mas y se quedo acumulando la basura que tiraban los vecinos . Primero juntaron diarios: al idea era que os pudiera leer Homer cuando recuperar la vista . Luego, ya sus actitudes eran tan raras que fueron denunciados por los vecinos, lo que resolvieron aislandose, cortando timbre y telefono , dejando de pagar los servicios, y viviendo sin agua ni luz, salvo por la de un motor de Ford T que usaban de generador electrico. Los hermanos pasaron 15 años en estas cocnidiones hasta que los vecinos se quejaron del mal olor que salia del piso. tan tapada estaba la puerta con basura que los bomberos tuvieron que hacer un boquete en el techo para entrara al basural que era la casa . El hermano ciego o , con el pelo por la cintura , havia muerto de inanicion . El otro, aplastado bajo una parva de diarios, estaba semidevoirado por las ratas . Sacaron 103 toneladas de basura del petit hotel que estaba en tan mal estado que se resolvió demolerlo . En esa essauina ahora hay una docejna de sicomoros en un parque diminiuto llamado Parque de los Hermanos Collyer. Dice Doctorow que toda esa historia lo asusto tanto de chico que tuvo que escribir la novela para entender que le paso a estos dos hombres perdidos en su patologia de atesorar cosas tan utiles como maniquies, cajas, cofres, lamparas , rastrillos, cochecitos de niños, 25.000 libros, la piragua en al que el padre medico excentrico navegaba para atender a sus pacientes sobre el Rio Hudson , instrumentos musicales, catorce pianos , partituras de Braille y una quijada de caballo. Hasta hoy, a las cajas robustas y los frascos grandes yo los conservaba , porque quien sabe ...siempre pueden servir . Es muy de kitschs juntar cosas raras compulsivamente . Me parece que voy a llenar una bolsa grande y a la mierda todo, antes de que me enmierdezcan la vida a mi .

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