martes, 8 de septiembre de 2009

Juguetes demasiado kitschs

Fragmentos de " Madre hay una sola y justo te toca serlo" de Ana von Rebeur

FAUNA PLÁSTICA:
Entyre los juguetes hay un tipo de animalejos de plástico que se pueden dividir en dos subclases: los que hacen ruido al apretarlos y los que no.
Los que hacen ruido están diseñados para poner los nervios de punta a los padres a la décima vez que los chiquitos lo aprietan. Dan ganas de meter el elefantito azul en el microondas, a temperatura "High" y acabar de una vez con los agudos “ Cuuuuic...Cuuuic “ de un absurdo elefante que no tiene nada que ver con los que el nene conoce después en el Zoo y no reconoce como tal , porque un elefante que se precie es azul y hace “ Cuic”
.
Los que no hacen ruido son una fauna tan improbable como insoportable: patos verdes, tortugas violetas, cocodrilos amarillos y perritos rojos que el niño quiere llevar consigo cada vez que se baña. Y el baño consiste, entonces, en tratar de encontrar un pedazo de carne humana para enjabonar en medio de un flotante zoológico multicolor, al que a último momento su sucio propietario le añadió tres barquitos, un velero y diez pelotas.
Hay otros adefesios lúdicos como teléfonos con forma de hipopótamos rodantes con techo y chimenea en el lomo , que se deslizan haciendo chillitos y sonando con cascabeles que impiden toda conversación normal . ¿Qué fabricante habrá tenido la maravillosa idea de confundir de tal manera a nuestro críos construyendo algo tan antididactico y confuso, que encima hay que arrastrar por toda la casa con una cuerdita que se traba en las esquinas y en las sillas y que nos e destraban sin ayuda materna?

Un amigo le regaló a mi nene un conejo gigante. Mi hijo le dio diez minutos de bola el primer día y luego el animal de peluche ocupaba en casa el espacio correspondiente a dos abuelas y un abuelo apoltronados en una esquina, o el de cuatro hijos más. Encima, mi hijo entraba en crisis cada vez que quería correrlo o ver algo que estaba atrás porque el conejo pesaba como 40 kilos y ni se ladeaba con los empujones de un bebé de pañales. Era muy caro para tirarlo, muy pesado de acarrear para regalarlo y demasiado voluminoso para conservarlo. Entonces se me ocurrió utilizar la técnica que usa Ernesto Sábato para deshacerse de los cuadros que no le gustan: los pone en la terraza para que los elementos los destruyan. Los elementos harán bolsa los cuadros de Sábato, pero no le hacían mella a mi detestable conejo. A los seis meses de estar a la intemperie, el conejo empezó a oler mal. Al año se empezó a desteñir con el sol. Al año y medio la panza se le empezó a desmoronar . A los dos años, se compactó y lo pude tirar . Ese día mi hijo lloró como si hubiera tirado un hermano. Conclusión: si querés tener algo en el jardín que dure más que tu propia membrana asfáltica, comprá un conejo gigante y déjalo a la intemperie. Son casi indestructibles.

CHICHES A PILA :
Los chiches a pila también están hechos por alguien que odia a los padres ...y a los niños. En primer lugar , las tapas del compartimiento de las pilas está hecho para perderse siempre. Si se caen las tapas , se caen la pilas . Entonces vamos juntando por la casa una cajita de música muda, un pianito que no suena , un walkie talkie impar, un perrito saltarín que quedó inválido y una mueca caminadora en estado de coma . Todos chiches que logran que los chicos ya no les presten atención , o los arrojen contra la pared con un despectivo “ No anda” o “ Está roto” . Claro que ninguna de esas dos cosas es cierta. Lo cierto es que nuestra casa ya es un depósito casi radiactivo de alta toxicidad con la cantidad de pilas sueltas altamente contaminantes que encontramos por todas partes. ¿ Y qué me dicen de las guitarritas eléctricas y saxofones de música grabada , para castigar con jaquecas a los padres insensibles de las inquietudes musicales de sus retoños?
Hay hermosas muñecas que hablan y guerreros que lanzan patadas voladoras , que producen interminables llantos cuando s gasta la pila de un tamaño inconseguible en el kiosko de la esquina y probablemente también inconseguible en Hong Kong.
¿ Y cómo olvidar los juguetes diseñados para que los padres pasen agradables jornada completas desenredando bollos de piolines anudados como son los títeres y los paracaidistas en miniatura?
Pero lo peor son los juguetes para armar , que siempre tene que armar los padres :
- ¿ Me lo armás , mamá?
- Después , bichito ...
- ¡Pero yo lo quiero ahora!
- ¿ NO ves que estoy ocupada?
- ¡Buaaa´!
Las madres terminamos poniendo cabezas de muñecas decapitadas mientras freímos milanesas, y armamos alerones traseros de autos de carrera mientras revolvemos la salsa blanca . Y a la vez intemamos darle un viso de cordura a nuestro discuros cuando alguien nos llama por teléfono diciendo :
- Hola, ¿Qué estabas haciendo?
¿Qué le podemos decir? ¿ La verdad?
Esa es la segunda pregunta peor a la acostumbrada : “¿Estabas ocupada?” ¡ Qué estupidez de parte de quien la dice! “ No , tengo tres hijos hambrientos que se tienen que bañar , pero yo estoy mirando revistas de moda en una hamaca paraguaya .... “ ¡Por favor!¡Una madre siempre está ocupada!...Pero, ¿ qué podemos decirle al que pide detalles? :
- Mirá ...Estoy poniéndole una cabeza a una Barbie decapitada mientras vigilo que no se me quemen las milanesas, a la vez que coso los botones de dos delantales y cuido que mi hijo menor no se ahogue en la bañera, mientras intento exprimir naranjas para que tomen vitamina C y no se engripen todos a la vez .
- Bueno, te llamo en otro momento que estés libre . – nos dicen
Y ese momento no llega nunca. Porque al rato tenemos que barrer 1000 piezas de un rompecabezas que quisieron armar en el suelo del living , coser la pata de una muñeca de trapo y ordenar los bloques de madera que desparramaron debajo de las camas.

Yo a veces junto todo y lo tiro en un canasto enorme donde se encuentran revistas infantiles, piezas de juegos de té, soladitos de plástico, pelotas de plástico , autos a pila sin pilas , muñequitos de Mc Donalds y ropa suelta de muñecas , mientras las muñecas están todas patéticamente desnudas. Cuando el canasto deborda, regalo la mitad a un hospital de ninños , siempre que los chicos no estén en casa , en cuyo caso defienden a muerte el canasto diciendo “ Ese zapatito no , que es de mi payaso que no sé donde está “ “ Esa sartén no , que la necesito “ “ Ese cubo no , que era con el que yo jugaba cuando era bebé “ . Cuando encuentro muchas cosas rotas , las pongo en bolsas y las saca con la basura , para que la rcolecten los caminoens de Cliba. Más de una vez faltó un hijo a la mesa, que estaba en la vereda revolviendo la basura para recuperara pelotas pinchadas , sillitas de Brabie , y ajíes de plástico.
- ¿ Cómo fuiste capaz de tirar mi ají de plástico?¿ No ves que yo siempre juego con él?
- La última vez que te lo vi en la mano fue hace dos años .
- ¡ Pero justo hoy pensaba jugar con él!
Cuando tengo muchas energías , empiezo a separar ese magma de plástico multicolor y lo guardo por categorías : cubos con cubos, autitos con autritos, animalitos con animalitos, sonajeros con sonajeros. etc . Eso logra que los chicos sientan su entusiamo renovado por cosas que hasta entonces habían sido simples pedazos de plástico de color .
Y a mí me sirve para encontrar e el fondo de la canasta mi carnet e la obra social, los anteojos de la abuela , mi diafragma , la tarjeta de crédito de mi marido y hasta el contrato de edición de mi proximo libro .
Eso es lo que tienen de bueno los canastos dr juguetes : todo lo que desapareció y no se encuentra en el resto de la casa , seguramente se encuentra ahí . ¡Hasta las llaves del auto!


Todo lo que rodea a los niños son diseños de un mundo animal ficticio, porque no hay elefantes rosados, los osos jamás sonríen y los tigres no llevan moños en el cuello. ¿Qué es lo que les queremos transmitir con esas cadenas de patos haciendo la ronda, tan pero tan ridículamente calzados con zapatitos abotinados del siglo pasado?
Un día descubrí el secreto de todo eso con mi hijo mayor, que se empezó a reír del menor, diciéndole en todo burlón ( que es el más tierno que logra para dirigirse al hermano): “¡Tenés un mono payaso sacándote la lengua detrás tuyo, y está comiéndose un helado colgado de la cola de otro mono tonto!” No pude creer lo que escuchaba. Creí que la imaginación de mi hijo ardía de fiebre, o que se había tomado mi vaso de vino confundiéndolo con jungo de frutas.. Me acerqué a tratar de ver que había en el respaldo rosa pastel- celeste amarillito de la sillita alta .
En efecto, todo lo que había descripto mi hijo estaba ahí. ¿En qué imaginación cabe diseñar una superficie con tan delirante escena, cuando se supone que en esa sillita se va a sentar una tierna personita que tiene la mente virgen a todo tipo de estímulos, y cuya cordura hay que slavaguardar por sobre todas las cosas? ¿Y qué me había pasado a mí al terminar comprando semejante artefacto tan aviesamente decorado, sin haber verificado prebiamente qué hacían los monos de la decoración?
Mientras pensaba esto noté que mis dos hijos ( el chiquito y el más grande )estaban literalmente llorando de la risa :
- ¡ Mirá el mono tonto...! ¡ Jua, jua , jua ¡
- ¡ Y toma un helado ....ji, ji, ji ¡!
- ¡ ...colgado de la cola del otro, jo , jo , jo!
De golpe me cayó la ficha. Todo quedó claro: comprendí la escena como quien descubre de golpe el significado de la vida. Al fin todo cerraba : las filas de elefantes rosados, tigres con moños, osos sonrientes que diseñan los que hacen la ropa para bebés , los artículos infantiles y las mueblerías para bebés no son más que un larguísimo chiste.
No es posible tomarse en serio a un elefante rosado o a un oso vestido de payaso . Y hasta una misma , cuando los elige . comenta:
- Llevo este conjunto de los osos pandas, que estás tan gracioso....
Creo que todos nosotros, sin saberlo conscientemente, pero de una manera subconsciente, les elegimos a los bebés ropas y muebles con patos en borceguíes antiguos, monos locos y osos payasos, porque son tan absurdos que sabemos que en cuanto los descubran, los van a hacer reír. Y queremos hacerlos reír . Porque lo único que nos importa en la vida es verlos reír. Y esta fauna absurda lo logra .
Las filas de patos y jirafas son una historieta o un cómic cotidiano destinado a mostrarles a los bebés el lado insensato de las cosas y las situaciones más ridículas, para que sepan de entrada que llegaron a un planeta donde en el absurdo es lo que caracteriza a todo lo que nos rodea, a la misma vida , a la misma realidad.
Está en nuestros hijos la capacidad de quedarse perplejos o de reírse a carcajadas de las cosas más ridículas de la vida misma. Mis hijos se estaban riendo a carcajadas. Y me sentí enormemente feliz.

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